Efectos mecánicos
Los vendajes funcionales tienen diversos efectos mecánicos, entre los que destacan:
- Alivio de tensiones mecánicas: Reducen la tensión en áreas afectadas.
- Mejora de la posición articular: Facilitan una correcta alineación de las articulaciones, mejorando su cinemática.
- Estabilización sin limitar el rendimiento: Permiten la estabilización de las articulaciones sin reducir el rango de movimiento.
- Reducción del dolor y regeneración: Acortan estructuras dañadas, favoreciendo la recuperación y disminuyendo el dolor.
- Disminución de solicitaciones en estructuras dañadas: Protegen tendones o músculos afectados, evitando sobrecargas.
- Compresión de tejidos: Al aplicar presión, se reduce el dolor mediante la estimulación de receptores nerviosos.
Efectos neurofisiológicos
Los vendajes también influyen en el sistema nervioso a través de:
- Inhibición o facilitación muscular: Pueden relajar o activar grupos musculares, mejorando la fuerza y la activación neuromuscular.
- Mejora de la propiocepción y el equilibrio: Aumentan la capacidad del cuerpo para detectar la posición de las articulaciones, mejorando el control postural.
- Aumento del flujo aferente esteroceptivo: Incrementan la información sensorial enviada al sistema nervioso central sobre la posición articular.
- Control del dolor y respuesta inflamatoria: Facilitan la disminución del dolor y mejoran la circulación, favoreciendo la respuesta inflamatoria.
Efectos psicológicos
El vendaje funcional puede ofrecer una sensación de protección y seguridad, similar al uso de ortesis, como rodilleras o coderas. Sin embargo, es importante evitar que el paciente desarrolle dependencia psicológica del vendaje, ya que el objetivo final es lograr que el paciente retome sus actividades sin depender de elementos externos. La educación y el manejo del dolor juegan un rol crucial para prevenir este tipo de dependencia.