Contenidos a Desarrollar
El conocimiento de los seres humanos sobre las plantas y organismos capaces de sintetizar productos químicos fue crucial para el desarrollo inicial de los fármacos. Muchas plantas producen compuestos con fines defensivos, que fueron utilizados por diversas culturas para obtener efectos terapéuticos. Estos compuestos fueron identificados a lo largo de la historia a través de observaciones, como el uso del opio (morfina), la belladona (atropina), el curare y la efedrina.
A lo largo del tiempo, diversas culturas desarrollaron el uso de plantas y sus derivados. Ejemplos notables incluyen:
El desarrollo moderno de fármacos se impulsó con la revolución de la química de síntesis, específicamente en la industria de los colorantes. Investigadores como Paul Ehrlich descubrieron que algunos colorantes podían interactuar selectivamente con tejidos biológicos, lo que llevó al descubrimiento de tratamientos para enfermedades como la sífilis con el arsfenamina (Salvarsán).
Gracias a descubrimientos como el prontosil (la primera sulfonamida útil en clínica), la farmacología moderna despegó, combinando los avances químicos y clínicos. Gerhard Domagk fue clave en este avance, demostrando la efectividad del prontosil contra infecciones estreptocócicas, lo que dio lugar a la era de la quimioterapia.
Hoy en día, el descubrimiento de fármacos se basa en la creación de grandes bibliotecas de compuestos químicos. Se utilizan métodos de detección masiva con sistemas robóticos capaces de procesar miles de muestras en pocos días. A pesar de la tecnología avanzada, la afinidad inicial de muchos compuestos descubiertos es baja, y requieren optimización para convertirse en fármacos viables.